Trabajar desde casa, además de un desafío, también es una oportunidad para decorar y personalizar tu espacio de trabajo sin tener en cuenta las reglas o normas de la oficina. Si bien algunas personas tienen la suerte de tener alguna estancia libre donde trabajar, ya sean grandes o pequeñas, la mayoría tenemos que ser creativas y encontrar algún sitio donde compartir el espacio.

Esto podría significar convertir la habitación de invitados o el dormitorio en un espacio de trabajo híbrido. Pero a menudo significa encontrar un rincón del salón, que suele ser la habitación más grande de la casa, para deslizar un escritorio sin arruinar la decoración y el ambiente de la que es una habitación dedicada a la reunión y la relajación. Hay varias maneras de abordar este dilema de distribución del salón, desde hacer todo lo posible para que se integre al hacerlo coherente con el resto de la decoración, hasta convertirlo en una característica de diseño que ocupe un lugar privilegiado, haciéndote sentir como en casa mientras te ayuda a hacer tu trabajo.

Aquí te dejamos algunas ideas para encontrar un lugar para tu escritorio en tu salón sin que cambie tu estilo.

01 Opta por un secreter
Es una opción fácil para una oficina en el salón. Estos muebles elegantes y discretos aprovechan el espacio vertical y se pliegan y desaparecen de la vista en cualquier momento.

02 Mantenlo pequeño
Si no necesitas una pared completa o se te escapa de tu presupuesto, con el espacio para trabajar en tu portátil es suficiente, puedes colgar un pequeño escritorio de pared que quede plegado cuando dejes de trabajar.

03 Haz que desaparezca en la pared
Puedes encajar el escritorio en una librería o mueble de almacenamiento en la pared. En la imagen ves que están pintados en el mismo tono oscuro que el resto del espacio, lo que invita al trabajo profundo y la concentración. Estantes con libros y objetos complementan la pared para dar una sensación de cohesión.

04 Transparente
Esta oficina tiene un escritorio con la tapa de vidrio que se coloca contra los grandes ventanales que van del suelo al techo de este salón de estilo moderno. Así consigues un ambiente transparente sin sacrificar la comodidad. Las cortinas livianas se pueden cerrar si la luz es demasiado intensa o pasas demasiado tiempo mirando al exterior.

05 Utiliza el respaldo de tu sofá
El escritorio en este salón colocado contra el respaldo del sofá. Esta distribución permite que desaparezca de la vista una vez que terminas el día de trabajo y estás en la zona de estar sentada en el sofá. Los tonos de madera oscura se mezclan con las paredes con paneles de madera y se combina la tapicería de la silla del escritorio con el terciopelo azul oscuro que combina con la del sofá haciendo coherente el espacio.

06 También lo puedes camuflar
En esta sala de estar vemos un escritorio, blanco brillante con líneas limpias, que está colocado en el espacio entre el sofá y la ventana para que prácticamente desaparezca cuando no esté en uso. Los marcos en tonos dorados en un trío de fotografías, la lámpara de escritorio, la lámpara de techo y la silla de oficina agregan una pizca de glamour.

07 De cara a la habitación
Disponer el escritorio de cara a la ventana tiene sus inconvenientes. Las vistas del jardín o de la calle pueden distraerte y la luz solar directa puede producir un resplandor no deseado. En lugar de empujarlo contra la ventana puedes colocar el escritorio, en esta ocasión de estilo rústico, mirando hacia el interior de la habitación. Esto hace que sea más fácil darle un respiro a tus ojos y ver a la gente venir para que no te sorprendas con un golpecito en el hombro.

08 Agregar contraste
Esta sala de estar parisina tiene paredes y techo negros mate y un escritorio moderno de mediados de siglo colocado contra una pared que agrega calidez y contraste. Un candelabro de pared de mediados de siglo y una foto antigua en blanco y negro agregan detalles elegantes que contrastan con el resto de la decoración de la habitación.

09 Elige una antigüedad
Un escritorio o una mesa antigua colocada en una esquina de tu salón agrega carácter a la combinación de decoración antigua y nueva. Y además siempre estará listo para utilizarse siendo un complemento más de la estancia.

10 Cuelga un poco de arte
El punto focal de la pared de la oficina en casa de tu salón no tiene porqué ser el escritorio. Prueba a poner un cuadro grande y llamativo sobre tu zona de trabajo. Las paredes de color gris oscuro, un escritorio simétrico y una configuración de estanterías abiertas ayudan a que el resto de la estación de trabajo se mezcle.

11 Que desaparezca!
Si en tu sala de estar tienes un armario, considera convertirlo en tu espacio de trabajo en casa. Aquí ves un armario del salón convertido en una oficina hogareña y funcional con un escritorio incorporado. La iluminación y almacenamiento que se ve nítido cuando está abierto pero desaparece de la vista una vez que termina la jornada laboral y es hora de descansar.